Arte romano

Con el concepto de arte romano se designa el conjunto de manifestaciones artísticas, especialmente la arquitectura, escultura, pintura y artes decorativas, características de la Antigua Roma, producidas entre los siglos VI a. C. y IV d. C. aproximadamente.
A lo largo de aquel período, la ciudad de Roma se expandió primero por la península itálica y luego por el resto del mundo Mediterráneo, hasta constituir una inmensa civilización conocida como Imperio romano.
El arte y la cultura romanos recibieron la influencia de la civilización etrusca, durante los primeros siglos, y de la griega a partir del siglo III a. C.
Desde el siglo I a. C. esas influencias, adaptadas al gusto y a las necesidades romanas, adquirieron un carácter propio fácilmente reconocible.

Características del arte romano

Las principales características del arte romano son las siguientes:

Arquitectura romana

La arquitectura romana es la disciplina en la que mejor se manifestó el poder del Estado, a través de la construcción de grandes obras para uso público. También es la que ha quedado mejor documentada. No solo perduraron numerosas construcciones, sino que se conserva un tratado teórico, De architectura, escrito por Vitruvio en el siglo I a. C.

La arquitectura romana se caracteriza por:

Escultura romana

La escultura romana, especialmente a partir del Imperio, importó los modelos griegos, pero los adaptó a su propia concepción del mundo, más concreta, realista y práctica.
Se caracterizó por la introducción de dos géneros: el retrato y relieve narrativo.
El retrato escultórico atravesó diversas etapas estilísticas: en el período republicano eran más rígidos y austeros; luego, tendieron a la idealización de los personajes en los primeros años del imperio y hacia el final adoptaron rasgos más expresivos. A pesar de esas diferencias, los retratos siempre buscaron reproducir de manera naturalista los personajes que representaban.
Los relieves narrativos son verdaderas descripciones históricas realizadas sobre la piedra. En general, representaban las glorias militares de los emperadores y generales y se desplegaban en altares, arcos de triunfo, columnas conmemorativas y tumbas.

Pintura Romana

La mayor parte de la pintura que sobrevivió de la antigua Roma es mural y procede de la ciudad de Pompeya. Estos frescos quedaron preservados cuando la ciudad fue sepultada por las cenizas de la erupción del Vesubio, en el 79 d. C.
A partir de esos hallazgos, los investigadores establecieron cuatro estilos de pintura mural pompeyana:

Otra manifestación pictórica característica fueron las escenas con mosaicos. En este caso, las imágenes se construían con pequeñas piezas de mármol de distintos colores.